domingo, 13 de mayo de 2012

Extracto de conversación entre Antonio Cerezo y Carmen Fuentes

Tras indagar sobre la muerte de Andrés Cortés, el detective Antonio Cerezo llega a la conclusión de que el anciano pudo ser asesinado. Decide tener una nueva conversación con la exmujer del mismo, que también es la heredera del patrimonio de este, tras la aparición de un testamento ológrafo. Cerezo decide ser taimado e intentar convencer a Carmen de que él está tan deseoso como ella de finalizar el caso, a fin de descubrir cuánto sabe sobre el presunto crimen.



–Así pues, quería hablar conmigo sobre el testamento, ¿no?

–Sí –asintió–. Quería saber si va a cerrar ya el caso o aún necesita más información.

Debía andarse con cuidado si quería que la mujer siguiera confiando en él.

–Ya está casi cerrado –mintió–. Claro que Begoña me presiona para conseguir más datos, pero de donde no hay, no se puede sacar, ¿verdad?

–Cierto, cierto –respondió Carmen–. Entiendo que la pobre chica esté consternada, pero debería respetar la última voluntad de su tío. ¿No cree usted, señor Cerezo?

–Así es, señora –dijo Antonio–. Pero, por favor, llámeme Antonio. Por cierto –añadió en un inesperado giro de la conversación–, ¿cree usted que la muerte de Cortés no fue natural?

La esperada reacción indicando nerviosismo y una inequívoca culpabilidad no ocurrió. En lugar de eso, Carmen puso una cara de perplejidad que dejaba fuera de toda duda la culpabilidad de la mujer, al menos en opinión de Antonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario